Con un ŕgil ritmo narrativo, la trama – el intento de la protagonista de salvar un bebé aparentemente secuestrado – se alimenta de diversas subtramas que enriquecen el argumento. La narración en primera persona permite dosificar la información para mantener la intriga hasta un final que se dibuja y se desdibuja antes de llegar al definitivo, un poco hollywoodiense.
La edad de la protagonista y su postura un poco ingenua ante el mundo situan la novela en la franja juvenil, pero sin duda también pueden disfrutar de ella los adultos que busquen un thriller bien legible.
Àgata Losantos. Revista Faristol
A Burgas le gusta emular las aventuras clásicas del siglo XIX. Barcelona Escape Room tiene mucho de ello, especialmente en el apartado de la heroína, una chica que acepta, a pesar del riesgo, un reto y, gracias a él, se transforma, evoluciona tanto emocional como intelectualmente, y se muestra la solidaridad entre las mujeres. Lo hace luchando contra una lacra social muy dura y decidiendo “ir contra el sistema” porque éste no soluciona los problemas a la velocidad que sería necesaria. Otro de los méritos de la novela del figuerense es su ritmo trepidante. Lo cierto es que el lector no descansa ni un momento, como tampoco lo hacen los personajes que pueblan la historia, los cuales, poco a poco, van mostrando sus cartas.
Cristina Vilŕ. Semanario Empordŕ |